En la terapia logopédica, se llevará un seguimiento del tono vocal que se logra de cada sesión. Al iniciar la sesión, la terapeuta grabará a la chica dos audios, uno espontaneo y otro inducido. Tras finalizar la sesión, la logopeda llevará se procederá al mismo procedimiento que se ha realizado en el inicio de la sesión, una grabación espontánea+ una grabación inducida.
Asimismo, en todo momento se conocerá cuántos hercios ha conseguido en la sesión y en que tonalidad se ha trabajado. Además, podremos proponer continuar en el mismo tono vocal o seguir avanzando y obtener otro tono vocal.
Por ello, la medición nos facilita continuar trabajando la resistencia al tono vocal, la elevación del tono, permanecer en el mismo tono óptimo e incluso nos proporcionará un feedback visual y auditivo.