Entrevista a La Gaceta Médica
ESTHER MARTÍN DEL CAMPOMadrid | 07 sep 2018 – 15:00 h
En el conjunto de intervenciones que lleva consigo un proceso de cambio de sexo, la feminización de la voz se ha convertido en un paso más. Juan Carlos Casado, especialista en Otorrinolaringología en Marbella (Málaga), conoce a la perfección el procedimiento y ha incorporado su propio sello a este tipo de intervenciones.
“El 95 por ciento de las pacientes que acuden a nuestra consulta para feminizar su voz, para conseguir una voz más aguda, son mujeres transgénero”, asegura. El cinco por ciento restante son mujeres que tienen algún tipo de problema endocrinológico, como síndrome de Morris o síndrome de ovario poliquístico, etc.
En ambos casos, subraya, el objetivo es conseguir que su voz tenga una frecuencia concreta, un tono “estereotipadamente femenino”. La frecuencia y el tono vocal hacen que cuando hablamos con otra persona podamos intuir su género. “Por debajo de 165 hercios, el tono de la voz se percibe como una voz estereotipada mente masculina, por encima, sería estereotipadamente femenina”, indica.
Las pacientes que acuden a su consulta, cuentan con una voz que se sitúa entre los 130 ó 110 hercios, subraya.
Para alcanzar el tono de voz deseado, el especialista utiliza una técnica denominada glotoplastia de Webler, que consiste en acortar las cuerdas vocales, con una serie de modificaciones personas, fruto de la experiencia y de los años de trabajo. Casado emplea esta técnica quirúrgica con anestesia general, mediante microcirugía laríngea a través de la boca, evitando realizar una incisión en el cuello. “Lo que hacemos es convertir una laringe masculina en una laringe femenina, y para ello tenemos que quitarle longitud a las cuerdas vocales. La longitud de las masculinas es entre siete y ocho milímetros mayor que la de la mujer. Y lo resolvemos mediante la sutura que se hace por vía endoscópica”, expone.
Quizá lo más complicado, y fundamental, remarca Casado, es que la paciente realice un reposo absoluto de sus cuerdas vocales en los siguientes 15 días.
El especialista cuenta con un equipo de logopedia especializado en feminización de la voz que realiza sesiones de rehabilitación de técnica vocal durante los tres meses siguientes.
“Realizamos un mínimo de 10 sesiones, con una o dos sesiones semanales, con la curiosidad de que muchas de estas mujeres, alrededor del 90 por ciento, no viven ni en España, de manera que se imparten utilizando nuevas tecnologías, como Skype”, destaca.
Casado asegura que según su experiencia, los resultados son realmente espectaculares. “Inicialmente puede haber algo de disfonía o una voz que no es la real pero con el paso del tiempo y el apoyo del logopeda adquieren el tono al que aspiraban, que se sitúa entre los 180 y los 200 hercios, una voz claramente femenina”, indica.
En los últimos años, el especialista a introducido algunas novedades en la técnica. “La forma de dar los puntos es diferente, por ejemplo”, subraya. Además, emplea láser de diodo para restar tensión a las cuerdas vocales y utiliza sutura biológica. Pequeñas mejoras que revierten, junto con el programa de rehabilitación, en el éxito de este tipo de intervenciones, que han llevado a la consulta de Casado a pacientes llegadas de todo el mundo.
Hace ya 12 años una paciente llegó a la consulta del otorrino mostrando interés por una intervención quirúrgica para feminizar la voz. En ese momento, admite Casado, no conocía la técnica, y me comprometí a adquirir formación para darle una respuesta. En estos 12 años, Casado ha realizado alrededor de 40 intervenciones, una cifra importante, teniendo en cuenta que, como tal, no se trata de una patología en sí. A día de hoy, insiste Casado, empieza a ser normal que en los Congresos se aborde el tema con total naturalidad. “Algo hemos avanzado”, sostiene.
Casado atribuye parte de este logro a la visibilidad que aportan los medios de comunicación.