Terapia logopédica de feminización de la voz con cirugía.

La terapia logopédica de feminización de la voz se basa en la modificación del gesto vocal, en el refuerzo del tono agudo y en el aumento tonal para finalizar el proceso de feminización de la voz. Es una terapia que se realiza después de la cirugía, la cual refuerza la anatomía estereotipadamente femenina.

El objetivo de la terapia logopédica es corroborar los resultados y habilitar pautas para que la chica no vuelva a obtener su tono anterior en ninguna situación de estrés, además para prevenir patologías vocales por cansancio, abuso o mal uso vocal.

La terapia vocal se conforma por los siguientes componentes.

La resistencia al agudo es el punto más importante de la terapia logopédica, porque trabajaremos la consolidación del tono agudo tras la cirugía.  De manera, que tras obtener una laringe estereotipadamente femenina podremos comenzar a mantener tonos agudos, y a persistir la voz en el rango femenino.

Se trabajará directamente sobre los músculos que evocan la extensión de los pliegues vocales y la emisión de frecuencias altas. Pero, para llevar a cabo estos ejercicios y esta terapia necesitamos que la laringe no produzca ningún abuso vocal y ni un mal uso.

Las técnicas que usamos en la terapia logopédica, son técnicas encargadas de subir, mantener y extender el rango tonal femenino con la laringe en estado eutónico, para que la chica en todo momento pueda utilizar su voz sin fingirla.

La finalidad de la terapia logopédica de feminización de la voz es que la chica pueda utilizar la voz con naturalidad, en cualquier situación o lugar; así no le preocupará si tiene que reír, llorar o toser, en definitiva que pueda ser ella misma.

Debemos establecer una terapia que fomente la flexibilidad cordal, por el movimiento de la musculatura que interviene en la laringe y que pueda producir tonalidades agudas. Así, nuestro principal propósito es ampliar la extensión tonal, avanzar en el registro de emisiones agudas y habilitar el habla femenina.

Debemos tratar de que la laringe actúe con total naturalidad y que no presente ninguna hipertensión que nos perjudique en el avance de la tonalidad.

Se realizarán ejercicios que ayuden a ampliar la extensión tonal y a habilitar una movilidad amplia de la laringe para cualquier situación de estrés o para las respuestas neurofisiológicas.  Además podremos consolidar la agudeza de la voz.

La cinesia o cinestesia estudia el significado expresivo, apelativo o comunicativo de los movimientos corporales y de los gestos aprendidos o somatogénicos no orales, de percepción visual, auditiva o táctil, en el marco de la situación comunicativa; es decir estudia el lenguaje corporal. Así, según diferentes estudios se observa que en el habla femenina interviene en mayor medida los movimientos corporales, para ayudar a fluir la conversación.

Desde la terapia logopédica debemos realizar ejercicios y técnicas que nos ayuden a propagar y a avanzar en el discurso femenino, así debemos de intervenir con pautas para incorporar características no verbales que aporten la feminidad. Entre ellos podemos destacar, movimiento del pelo, movimientos de piernas, mirada fija a los ojos…

La resonancia es el refuerzo del tono inicial que se produce en los pliegues vocales en las cavidades que se encuentran por encima de la glotis. Estás cavidades se encargan de actuar como filtro de la onda sonora producida por la laringe; en sí consiste en la modificación de la amplitud de los armónicos de un sonido complejo que nace en los pliegues vocales y que es propagado por los órganos supraglóticos. Esos órganos supraglóticos de los que hablamos son aquellos que están formados por todos los espacios vacíos de la vía respiratoria, cómo la tráquea, laringe, faringe, boca, fosas nasales, senos maxilares y frontales.

Según la posición de las cavidades de resonancia o de la posición que se adopta en la articulación de cada fonema produciremos una resonancia diferente, es decir una amplitud diferente de la onda sonora. Además, dependiendo de dónde se concentre la mayor energía de la onda sonora se emitirá el sonido más agudo o más grave.

Por ello, la terapia logopédica se centra en modificar la posición de los órganos resonadores, para que se concentre el sonido en cavidades altas y la emisión de la onda sea aguda para conseguir una resonancia femenina.

Así, se realizarán diferentes trabajos y diferentes ejercicios, en los cuáles se irá modulando la voz hasta obtener una resonancia aguda.

La articulación de la voz es la posición y movimiento de los órganos de la voz para la pronunciación de una vocal o de una consonante.  Por ello, es una producción física de un fonema en la cual intervienen el paladar, los dientes, la lengua, labios y glotis.

Por lo tanto, la vocalización va ligada a la articulación, ya que vocalizar es articular con la debida distinción de las vocales, consonantes y sílabas de las palabras para hacer plenamente inteligible lo que se habla o se canta.

Normalmente, la articulación es un rasgo que no suele influir en la emisión de la voz en tonalidades agudas, pero en este caso, para conseguir la voz femenina, debemos intervenir logopédicamente y habilitar una articulación abierta y anteriorizada; cuya posición nos ayude a facilitar la emisión de los armónicos agudos y que la voz se propague hacia las cavidades de resonancia fortaleciendo el tono agudo, así conseguiremos una articulación femenina.

La melodía es una de las características más principales que nos ayudarán a mantener la voz femenina y a consolidar los progresos del rango tonal agudo.  Debido a que la mayor combinación de cambios en el tono nos facilitaran el desarrollo de una melodía femenina. La terapia logopédica se basa en desarrollar la flexibilidad de la laringe para poder incluir al habla la entonación con finales ascendentes y melodía exagerada.

Con estas técnicas de exageración de la melodía y de habilitar una entonación femenina adecuada remendaremos patrones femeninos. El tratamiento se dedicará a aplicar al habla una modulación de su discurso y una ascendencia en su entonación. Desde este punto de vista, si que trabajaremos el timbre femenino y percibiremos un cambio en el; que será unas de las claves para llegar a la voz deseada.

El vocabulario es un rasgo que define el lenguaje o el habla de una persona, es decir que al aportar vocabulario femenino estamos destacando elementos del discurso femenino; por lo que nuestro lenguaje y nuestro habla se considera con mayor solidez desde el punto de visto del rango femenino.

Además, al contribuir en el discurso un mayor número de elementos cómo adjetivos o adverbios, facilitamos la locución femenina y revindicamos las oraciones subordinas que se presenta en la sintaxis femenina.

Así, la logopedia se encarga de incorporar al habla una intención comunicativa diferente y amplia, con elementos que nos favorezcan el discurso femenino.

En la terapia logopédica,  se deberá fomentar el uso de mayor número de palabras y de explicaciones en el habla, así como se deberá insertar en su lenguaje coloquial una inserción discursiva y pragmática de la sintaxis diferida del feminismo.