María Soledad Angulo

¿Cómo funciona la terapia de logopedia para masculinizar la voz?

Masculinización

La terapia logopédica de masculinización de la voz se basa en el afianzamiento de la voz grave y en la desinhibición de los diferentes componentes que agudizan la voz. Se realiza en hombres de todas las edades y tras haber llevado a cabo la cirugía de Tiroplastia tipo III.

La laringe es un órgano que puede llevar a cabo muchos movimientos para que la voz sea distinta y tenga una tonalidad diferente, pero según la anatomía esos movimientos realizarán un sonido más grave o más agudo, por ello la logopedia puede rehabilitar y puede llegar a conseguir resultados realmente fiables pero debe estar soportado por una anatomía que se encuentre capacitada para mantener y para sustentar esa tonalidad.

Así la logopedia puede ayudar a bajar la tonalidad y a convertir la voz con sus diferentes características en más grave pero no podrá llegar a objetivos duraderos y a largo plazo porque la anatomía no se encuentra preparada para mantener y soportar todos los días un patrón anormal en su funcionalidad.

Por ello la terapia logopédica de masculinización de la voz se encarga agravar el tono, de modificar los patrones que hacen la voz aguda y mantener en todas las situaciones de la vida una voz grave, que consiga que la voz pueda permanecer siempre grave.

Los componentes que necesitamos para masculinizar la voz son los siguientes.

Terapia vocal

Esta cirugía conlleva una voz grave y por ende una gran disfonía, así que las primeras sesiones se debe llevar a cabo una terapia logopédica para eliminar una voz con disfonía y para suprimir los componentes que puedan constreñir la laringe.  Los ejercicios que se realizarán en la terapia serán ejercicios que ayuden a hacer un uso apropiado de la voz, y a habilitar la función del músculo cricoaritenoideo posterior, así evitaremos la tensión muscular y la comprensión glótica.

Resistencia al grave

Tras la cirugía de masculinización de la voz, obtenemos una laringe masculina, que nos favorece en la emisión de tonos graves, en sí debemos comenzar a mantener en el rango masculino y consolidar el tono grave.

Para consolidar nuestro tono y conservarlo en el rango masculino debemos trabajar con la musculatura intrínseca de la laringe, sobretodo con el músculo tiroaritenoideo y el músculo interaritenoideo, para poder engrosar las cuerdas vocales y aducirlas.

Las técnicas que se usarán son técnicas encargadas de mantener y extender el rango de la laringe para bajar el tono y que puedan fonar sin preocuparse de la voz.

Flexibilidad cordal

Necesitamos de flexibilizar las cuerdas vocales, para ampliar el rango vocal y que pueda percibir un tono en el rango vocal masculino. Además, debemos de trabajar la extensión del tono vocal porque se debe trabajar las reacciones neurofisiológicas como risa, tos, llanto, estornudo o aclaramiento faríngeo.

Resonancia

El aparato resonador está formado por espacios huecos, que se encuentran por encima de las cuerdas vocales y que amplifican el sonido, transformando el sonido producido en las cuerdas vocales en un timbre único y exclusivo.

Por ello, la voz masculina es caracterizada por el resonador buco-faríngeo, aportando armónicos graves y dando cuerpo y profundidad a la voz.

Articulación

La articulación es un proceso por el que el sonido que se ha generado en las cuerdas vocales, se modifica por efectos de los movimientos de los órganos articuladores, que alteran la resonancia del sonido en las cavidades supraglóticas: cavidad oral y cavidad nasal. Así que ,la articulación masculina es una articulación cerrada y poco concisa, por lo que debemos trabajar la articulación opaca y cerrada, mediante ejercicios de vocales y consonantes opacas.