Entrevista concedida por el Dr. Juan Carlos Casado al diario de Córdoba

En dicha entrevista nos habla sobre qué le motivó a formarse en la técnica quirúrgica de feminización de la voz, dónde aprendió a realizar la Glotoplastia de Wendler y cuál es el porcentaje de éxito obtenido a lo largo de estos años.

Tras más de 15 años dedicado a atender patologías de la voz, la feminización de la voz en mujeres transgénero supuso un gran reto médico, ya que hasta hace muy pocos años había muy poca información sobre ello en España; es por esto que tuvo que viajar a Finlandia para formarse en la técnica quirúrgica denominada Glotoplastia de Wendler, la cual ha ido modificando con el paso de los años. 

En cuanto a los resultados que se están obteniendo, el Dr. Juan Carlos Casado tiene publicado un estudio que refleja que el 95% de las mujeres operadas están satisfechas con la glotoplastia de Wendler. Éstos se pueden apreciar perfectamente en las grabaciones de las voces pre y post cirugía.

No hay que olvidar que el éxito de su método de feminización de la voz, es combinar técnica quirúrgica (Glotoplastia de Wendler) + logopedia postoperatoria con un logopeda especializado en feminización de voz.

CONTENIDO DE LA ENTREVISTA

El doctor Juan Carlos Casado Morente, distinguido con el premio Montoreño del Año en el 2016, es de los especialistas en Otorrinolaringología de España que más casos exitosos acumula en cirugía para feminización de la voz, una intervención llamada glotoplastia, cada vez más demandada por pacientes transgénero. Casado, que aborda como otorrino todas las patologías de la voz, no solo esta en concreto, ha atendido en los últimos tiempos a profesionales de reconocido prestigio que han sufrido enfermedades de este tipo y ha editado varios libros y publicaciones sobre estas dolencias. Una de estas obras hacía referencia hace más de una década a la importancia de crear unidades de la voz en los hospitales, un logro que se ha ido haciendo realidad en la mayoría de centros. Este doctor, que estudió Medicina en Córdoba y se especializó en el hospital Reina Sofía, lleva cerca de dos décadas instalado en Málaga. Actualmente es jefe de Otorrinolaringología de los hospitales privados Quirón Marbella y Campo de Gibraltar y dirige también una clínica propia en Marbella.

-¿Por qué decide un día especializarse en la glotoplastia?

-Tras más de 15 años dedicado a atender patologías de la voz, me llegó a mi consulta hace unos nueve años una paciente transgénero, que quería tener una voz más aguda. Le respondí que no estaba especializado en ello, pero que me iba a preparar y que volviera dentro de un año. No existía mucha experiencia en España en la técnica de feminización de la voz. Me fui a un hospital de Helsinki (Finlandia), donde sí se había desarrollado mucho, y luego hice otra estancia formativa en Colombia, donde también estaba más extendida la asistencia a la población transgénero. Realicé muchas operaciones, adquirí la técnica, la modifiqué y la traje a España.

-¿En qué consiste la feminización de la voz?

-En lograr una voz más aguda. Si tú ahora mismo estás conmigo hablando por teléfono intuyes por mi voz que soy un hombre y yo imagino que tú eres una mujer. Porque en la voz hay un parámetro que es la frecuencia fundamental, que es el número de veces que las cuerdas vocales se abren y se cierran por segundo. Se ha comprobado que si la frecuencia fundamental está por encima de los 165 hercios se percibe la voz como femenina y si es por debajo sería masculina.

-¿Cómo se consigue esa feminización de la voz?

-Consiste en que las cuerdas vocales se muevan por encima de 165 hercios y se logra con una cirugía que se llama glotoplastia, que la descubrió James Wendler en 1992, por lo que es reciente. En mi caso, le he incorporado modificaciones personales. Se trata de acortar las cuerdas vocales, quitarles consistencia y aumentar la tensión para conseguir un tono vocal más agudo y eso luego lo mantenemos con logopedia posoperatoria durante tres meses. La cirugía dura unos 90 minutos.

-¿A cuántas pacientes ha intervenido por ahora?

-De media intervengo a unas dos pacientes al mes, por lo que en los últimos años acumulo unos 42 casos en total, que es una estadística alta. Entre las intervenidas, la mitad son de España (un 80% de Cataluña y andaluzas pocas) y la otra mitad del extranjero (Gran Bretaña, Israel, Kuwait o Escocia). Las pacientes se operan y luego vuelven a sus lugares de origen y contactamos con ellas por Skype.

-¿En la sanidad pública se realiza esta intervención? ¿Qué coste tiene de forma privada?

-La glotoplastia no se lleva apenas a cabo en la sanidad pública. Su precio por lo privado es de unos 4.000 euros.

-¿La glotoplastia solo está dirigida a pacientes transgénero?

-La glotoplastia no solo se usa en mujeres transgénero, también en mujeres cisgénero (que nacen con el mismo género que su identidad sexual), pero que debido a trastornos endocrinos tienen exceso de andrógenos. Por ahora, he intervenido a tres pacientes con síndrome de Morris, un trastorno que cursa con una voz muy grave. Además de la feminización de la voz también se puede hacer una masculinización, pero es menos frecuente, porque se ha comprobado que la toma de andrógenos (testosterna) sí produce una masculinización de la voz. Sin embargo, la toma de estrógenos no produce un aumento del tono vocal. No obstante, existe una técnica que se llama tiroplastia tipo 3, que sirve para lograr una voz más masculina.

-¿Qué resultados está ofreciendo esta técnica?

-Tenemos publicado un estudio que refleja que el 95% de las mujeres operadas están satisfechas con la glotoplastia. La comprobación se hace con la prueba del teléfono. Que antes de la operación se dirijan a ellas por teléfono como señor y después las llamen señoras es crucial.

-¿Interesa cada vez más la feminización de la voz en los congresos médicos?

-Sí. En los últimos tiempos me han invitado a más de diez congresos para exponer mi experiencia en feminización de la voz. Próximamente lo haré en Atlanta. El 15 de junio estuve en Valencia en el primer foro de medicina transgénero, que reunió a cirujanos plásticos, ginecólogos, urólogos, otorrinos, entre otros muchos especialistas, porque las personas transgénero requieren una asistencia multidisciplinar.

Este médico de 50 años nació por circunstancias familiares en Argentina, pero con solo 15 días volvió a España, aunque por el trabajo de su padre, veterinario, residió en varios enclaves, hasta que su familia se asentó en Montoro cuando él era un niño y como él mismo destaca, «uno no es de donde nace, sino donde se hace». Casado compaginó la realización de la especialidad de Otorrinolaringología en el Reina Sofía con el doctorado. Su tesis fue sobre la patología de la voz, dirigida por los doctores Fernando Navarro y Enrique Cantillo. Sus maestros fueron Enrique Cantillo y Alfredo Jurado. Cuando acabó la residencia estuvo trabajando un año en el Reina Sofía, pero cuando abrió el hospital Costa del Sol de Marbella se vinculó a este centro y trabajó allí 15 años. Posteriormente, decidió tomarse una excedencia y empezó a trabajar en la sanidad privada en exclusiva, después de un tiempo compaginándolo con la pública. Además de médico, ejerce como profesor colaborador honorario del grado de Logopedia que se imparte en la facultad de Psicología de la Universidad de Málaga.

-¿Por qué hizo la especialidad de Otorrinolaringología?

-Me gustaba una especialidad médico quirúrgica y me atría el prestigio que tenía esa especialidad en el hospital Reina Sofía. Soy el primer médico de mi familia, pero si Dios quiere, un hijo mío también será doctor porque va a empezar los estudios.

-¿Está creciendo la incidencia de las patologías de la voz?

-Sí, porque cada vez usamos más la voz en nuestra vida diaria durante demasiadas horas. La laringe es un órgano, pero no es perfecta y no puede usarse siete horas seguidas. Existen varios consejos básicos para cuidar la voz (no fumar; hidratarse -el agua es el lubricante de la voz, por lo que es recomendable beber entre dos o dos litros y medio de agua al día-; no hablar más de 40 minutos seguidos; evitar ambientes ruidosos y tóxicos y cuando se pueda evitar fármacos que causen sequedad en la boca, entre otros). Mi primer libro fue Exploración clínica de la voz, un protocolo que ha servido de referencia para crear numerosas unidades de la voz en España. Hoy en día existen unidades de la voz en el 95% de hospitales, pero en el 2006 no llegaban al 30%.

-¿Por qué es importante la voz?

-La imagen de una persona es la voz. Imagen y voz son importantísimas en la sociedad en la que vivimos. Hasta hace poco el cuidado de la voz se circunscribía más a profesionales como cantantes, periodistas, profesores o actores. Pero actualmente cualquier persona que tenga un problema de voz debe acudir a la unidad de voz de un hospital, pero no solo para descartar la patología más grave en este ámbito, que es el cáncer de laringe, sino para detectar patologías más banales y frecuentes, como son los nódulos o pólipos. La voz es una superespecialización dentro de la otorrinolaringología.

-¿A qué profesionales famosos ha tenido oportunidad de tratar en su carrera?

-No creo que les gustase que dijera sus nombres, aunque entre ellos está el que quizás sea el cantante de España con mayor proyección internacional de todos los tiempos.

-¿Es más partidario de educar al laringectomizado a hablar con voz esofágica o de usar prótesis fonatoria cuando es posible?

-El segundo libro que escribí fue un manual del laringectomizado. En el hospital Costa del Sol estuve diez años dedicado al cáncer de laringe. Cuando diagnosticábamos un cáncer de laringe y lo operábamos entregábamos al paciente un libro explicándole todo su proceso, incluyendo los aspectos psicológicos de apoyo. Lo que más usábamos era la voz erigmofónica, que es la voz que usa el aire que viene del esófago. Al principio empleábamos mucho las prótesis, pero requerían mucha servidumbre por parte del médico, porque a veces fallan, se infectan por hongos y a los mismos pacientes les gusta menos y prefieren la voz esofágica.

-Es a su vez miembro y vicepresidente de la IMA (International Medical Academy), que en su faceta social aborda a pacientes que padecen patologías extrañas, como una chica india que llegó el año pasado a Málaga.

-Sí. Esta chica presentaba ictiosis laminar (piel de serpiente), patología hereditaria que cursa a veces con hipoacusia, pero tras evaluar a la chica comprobé que no tenía este problema auditivo.

-Y su voz, ¿le gusta?

-No conozco a casi nadie que le guste su voz cuando se escucha a sí mismo. Al hablar no se te escucha igual que en una grabación. Yo tengo una voz de 137 hercios, esteriotipadamente masculina. Los médicos usamos mucho la voz, sobre todo en consulta. A mí se me fatiga mucho y necesito hacer descansos con la voz


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